Sonrisas.

lunes, 25 de agosto de 2014

Despertar y ver tus manos rodeando mi cintura, tu pelo despeinado y un poco más claro por los rayos de sol que se cuelan por la ventana, tu frente libre de expresiones, tus ojos cerrados que siguen siendo tan perfectos como abiertos, tu nariz tan única con esas dos arrugas que se te forman al reír, tu barba de tres días que tan poco me gustaba y que ahora me encanta, tus labios... Benditos pecados. Ni atardeceres en Sevilla, ni amaneceres en New York. Nada se compara con abrir los ojos y verte a ti.

1 comentario: