En un mes te puede cambiar la vida y bien ahora que lo se. Agosto vino con aires de grandeza y me enseñó que de tener todo en esta vida se puede pasar a quedarte sin nada o bien, a tenerlo todo y no querer nada. La maldita venda se cayó, volví a abrir los ojos después de dos largos años y no veas si me gustaba la llamada libertad. Pero que poco duro.
Tú, con tu chulería sin querer, tu metro ochenta y tanto o noventa sin ser ningún niñato pijo con tatuajes hasta en el D.N.I, vienes aquí y en el momento menos pensado me vuelves loca la cabeza. Y ahora bien, yo en mi plena libertad, en una parranda continua llena de alcohol y tabaco intento recordar en que momento metí tanto la pata para colgarme de ti y mientras lo recuerdo termino en otras bocas que ya no me hacen sentir nada, en lágrimas ahogada y noches sin dormir pensando: ¡qué difícil es ser yo!
Hola, ^_^
ResponderEliminarMuy intensa la entrada, nunca se sabe qué pasa hasta que ha pasado.
Vengo de Adolescentealos28... donde ya me seguías, pero me he actualizado y me gustaría que continúes formando parte de todo, así que te invito a mi nueva casa, espero que te guste y te quedes ;)
VioletaPurpurina.blogspot.com
Bss de color Violeta...
Madre-mía te leía hace un montón y tu también me seguías a mi hace cosa ya de cuatro años y no sabes la alegría que me ha dado meterme a este blog y leer algo de este año. Se nota que por la entrada es algo muy personal, y yo te entiendo.. Yo ahora mismo también estoy pasando por una relación dolorosa, de estas tóxicas, de estar un día si y otro no...
ResponderEliminarUn gusto leerte..
Yo he pasado por eso justo también el año pasado
ResponderEliminar